LA VENTANA INTERIOR:
REPARO CORAZONES
En busca de la rentabilidad,
me puse a pensar
en un negocio de éxito asegurado…
Un negocio de insumos mínimos:
solo se necesita comprar
ilusiones perdidas,
sueños no logrados,
coloridos recuerdos olvidados,
paciencias agotadas,
esperanzas que ya no esperan,
promesas de amor incumplidas,
besos no dados,
abrazos contenidos
y versos confundidos
entre rimas sin sonidos.
Quien no quiere deshacerse
a bajo costo,
de lo que cree provoca dolor?
Es una empresa
con fácil producción:
se tamizan los insumos
por conversores de amor,
se busca en la imaginación
y se promueve la voluntad de creer
que es posible
poner colores al negro telón.
Solo cambiando la visión,
poniendo la fe y la perseverancia,
valorando cada respiro,
la inspiración de cada instante,
es posible el camino
hacia la sanación.
Y si logro reparar
cada corazón…
el cliente estallará de alegría
porque su vida
será vivida
con la nueva energía
de creer y crear
un mundo mejor.
Un corazón herido no permite ver más allá del telón negro con que se tiñe a la realidad. Un corazón rebosante de buena salud disfruta de cada instante de vida, porque la vive con la intensidad de saberla un milagro. Reparar corazones, qué linda profesión…
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