PONTE EN MIS ZAPATOS
Ponte en mis zapatos,
camina mis caminos,
y descubrirás quien soy;
dejarás de cuestionarme,
porque escucharás
las palabras de mi corazón…
le pondrás sentido
a mi sentido,
y sabrás el por qué
de mi razón…
Seca mis lágrimas,
canta mi canción,
levántame en mi caída,
acompáñame
en mi dirección…
sueña conmigo
y crearemos juntos
un mundo mejor…
Préstame tus zapatos,
Quiero saber con quién estoy…
Si cada uno de nosotros tuviese la capacidad de “ponerse en lugar del otro”, seguramente –gracias a la comprensión- podríamos evitar conflictos y lograr juntos la gran construcción, sin problemas, entendiéndonos. La vida es maravillosa, y qué mejor que compartirla con los demás, confiando en ellos porque ellos también confían en nosotros. En paz. ¿Me prestas tus zapatos? Yo prestaré los míos…
Vayan estas palabras para quien quiera entenderlas. Son emitidas, desde y hacia nuestra ventana interior. Hasta el próximo encuentro…
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