Al caminar entre restos,
la vida se hace resto…
y envuelta en espinas
se desangra
en cada esquina…
Con callos en los pies
y en el corazón,
se transforma en rústica figura
y deambula sin razón,
pregonando su tristeza…
Cuesta entender que la miseria
contamina los genes
y uno es consecuencia
del entorno que abraza
y asfixia.
Pobre alma en desgracia,
que no recibe cariño…
como mustia hoja
no mejora su destino…
en vulgar lenguaje
tiñe las respuestas,
y deja muerta
la posibilidad de un mejor futuro…
Pobre alma en desgracia,
Yace en color sepia…
Al caminar entre restos
la vida se vuelve resto…
Uno es consecuencia de su entorno, de la salud de su medioambiente… Lo sabe la flor, que solo crece en color y en brillo, si tiene la caricia del agua y los pies en tierra fértil; lo sabe el niño, que solo crece en fuerza y garra, si tiene el cariño de sus padres y los pies en el Gran Camino…
Vayan estas palabras para quien quiera entenderlas… desde y hacia la ventana interior. Hasta el próximo encuentro… G.G.S.
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